Pulsera Océano - Ámbar, Turquesa, Labradorita, Lapislázuli.

Este modelo está elaborado con ámbar báltico original, una resina vegetal fosilizada hace 35 millones de años, que contiene ácido succínico, un analgésico natural que actúa en contacto con la piel, aliviando molestias y ayudando a fortalecer el sistema inmunológico. 

Alivia dolores de cabeza, ayuda al padecimiento del asma, artritis, dolor articular, migrañas, cólicos, reduce la inflamación en los oídos, la garganta, el estómago, alivia la dentición y el sistema respiratorio.

Propiedades energéticas:
Es un poderoso sanador y limpiador que aleja la enfermedad y revitaliza los tejidos.
Brinda una gran protección. Absorbe las energías negativas y las transmuta en fuerzas positivas que estimulan la autosanación corporal. Tiene intensas conexiones con la tierra y ofrece mucha motivación. Conecta el objeto del deseo con el impulso para conseguirlo. 

El ámbar ayuda en la recuperación de los tejidos del cuerpo, potencia la energía positiva para una mejor recuperación de las enfermedades. Esto puede entenderse aun mejor con la herida de un árbol, de donde nace el ámbar…

Cuando un árbol sufría una herida, este generaba una sustancia líquida que cubría esa zona para protegerlo y curar ese daño. Esa sustancia líquida se endurece, convirtiéndose en una resina con ciertas características curativas, ya que en su composición contiene un ácido llamado succínico, los cuales se traspasan al organismo al entrar en contacto con el calor de la piel y logra asi funcionar como un antiinflamatorio natural para todas las edades. 

Lapislázuli

Tiene unas propiedades curativas que pueden acabar con los dolores de cabeza y las migrañas. El lapislázuli es beneficioso también para el sistema nervioso, inmunológico y respiratorio. Excelente cristal para activar la memoria.

Propiedades energéticas:

Ayuda al cuerpo a desprenderse de la sensación de estrés dejando paso a la calma y es que esta piedra posee una enorme serenidad. Si quieres armonizar tus niveles emocionales, mentales, espirituales, y físicos, el lapislázuli se encargará de ello. Es un cristal de verdad en todos los aspectos. Revela la verdad interior y promueve la autoconciencia y para llevarlo como protección ante las energías negativas. Además, esta piedra puede llegar a hacer que superes un estado de depresión.

Labradorita

Regula el metabolismo, se utiliza para resfriados y equilibra el funcionamiento hormonal. Calma la mente hiperactiva.

Propiedades energéticas:

Ayuda a eliminar los miedos, también destierra la inseguridad, mejorar la autosuficiencia y la confianza. Estimula la intuición y brinda el arte de saber elegir el momento justo. Fortalece la fe en el yo y energetiza la imaginación haciendo que surjan nuevas ideas. Es altamente protectora ante las energías negativas.

Turquesa 

Potencia el sistema inmunitario, favorece la asimilación de los nutrientes y alivia infecciones virales. Sirve para problemas estomacales como la acidez. Es antiinflamatoria y desintoxicante.

Propiedades energéticas:

Ofrece bienestar al cuerpo, potencia la comunicación y la intuición. Es una piedra de purificación. Disipa las energías negativas y limpia la bruma electromagnética. Es empática y equilibradora. Promueve la autorrealización y calma los nervios. Ayuda a la expresión creativa y estabiliza alteraciones del estado de animo, aportando calma interna. Excelente para tratar estados de agotamiento o ataques de pánico. Vuelve a activar los puntos claves por donde pasa la energía y te defiende de influencias externas negativas.